Trescientossesentaycinco.
Recorridos por la ciudad.
Regularmente en una cédula de este tipo esperamos decir el por qué, el cómo y qué del concepto de la muestra. Intentamos dar una guía, hacer un análisis, desmenuzar una idea que conecte al espectador-lector con la obra. Pero la pregunta es, ¿el texto explica la obra? o ¿la obra ilustra el texto? ¿Cómo establecer relaciones no forzadas entre ambos? Desde mi perspectiva la respuesta es proponer un texto que se desarrolle de forma paralela a esta exposición, que habla de la experiencia de producción de la artista y que el resto este propuesto en la relación de la obra con el que la observa.
Carolina es una experimentadora consciente de su participación en el experimento. Porque el arte actual se establece como un experimento, en el cual no solo se plantea la resolución técnica de una obra, sino que se hace una reflexión teórica de la que se desprenderán a su vez distintas soluciones prácticas. La obra de arte que propone la artista debe residir en la transformación de la conciencia del espectador, para activar la realidad y su pensamiento, abriendo con ello el horizonte de la creatividad más allá del ghetto del arte. Como consecuencia Carolina no busca producir solo objetos, “obras”, sino acciones. Busca la condición del nómada (es decir ser una artista más activa) en el entorno del hombre sedentario, busca su desplazamiento continuo y la vinculación con su entorno. Como resultado de sus acciones genera un circuito comunicativo que después se convierten en signos o documentos depositarios de dichas acciones, lo que llamamos registro. Por ello no se plantean aquí, una serie de objetos, sino distintas soluciones a una acción de la vida cotidiana, caminar. Y que en esta muestra podemos observar de distintas formas. Una de ellas es el dibujo.
La artista dibuja escribiendo y escribe los dibujos. La reflexión de estos entonces no solo es en torno a la imagen, sino también al lenguaje. Escribir es también dibujar, “del lenguaje como una estructura en movimiento” en palabras de Octavio Paz sobre la obra de Marcel Duchamp. Carolina no sólo trabaja con la improvisación in situ, sino que también apunta y dibuja, decide en y desde una libreta de apuntes, desde el lenguaje verbal como dibujo y como estructura en movimiento.
Esta exposición trata de dibujos, mapas y de recorridos, trata de Carolina, su disciplina, su obsesión y su rutina. Regularmente cuando caminamos sólo pensamos en el destino, hacia donde vamos, pero ignoramos el recorrido. En esta ciudad, por ejemplo, intentamos perdernos en un libro, en la música y regularmente en el móvil, sin darnos cuenta que por lo regular caminamos diez mil pasos al día. Sobre todo si no usamos el automóvil. Algunas encuestas origen-destino realizadas por el INEGI arrojan datos en relación a los desplazamientos en la ciudad donde 20 de cada 100 viajes se realizan en automóvil. Lo que nos demuestra que esta es una ciudad que camina, que se recorre a pie y en transporte público. Pero si lo pensamos, caminar es la vocación de esta (y cualquier otra) ciudad.
Así que cuando Carolina llego del norte decidió caminar y hacer cartografías o anti mapas de sus recorridos por esta ciudad. A partir de imponerse todos los días nuevos recorridos, se ha cuestionado la rutina diaria que tenemos al salir de casa para realizar las actividades cotidianas, reflexionar sobre lo que ya no observamos y lo que desvanecemos visualmente porque ya no queremos mirarlo.
Pero ¿Qué tanto conocemos nuestra ciudad? ¿Cuántas veces rompemos la rutina y tomamos un camino distinto para llegar al mismo sitio? ¿Cuántos mitos existen en torno a los lugares que no visitamos porque son peligrosos o lejanos? Creo que las respuestas a esta pregunta son muy personales, aquí podremos observar la respuesta de Carolina a partir de su experiencia en el andar por esta ciudad. Podremos cuestionarnos incluso, si caminar o recorrer puede entonces considerarse una práctica artística. Por lo pronto me parece importante que esta reflexión no se quede encerrada en esta exposición y hoy al regresar a casa experimenten un nuevo recorrido.
Pavel Ferrer.
Recorridos por la ciudad.
Regularmente en una cédula de este tipo esperamos decir el por qué, el cómo y qué del concepto de la muestra. Intentamos dar una guía, hacer un análisis, desmenuzar una idea que conecte al espectador-lector con la obra. Pero la pregunta es, ¿el texto explica la obra? o ¿la obra ilustra el texto? ¿Cómo establecer relaciones no forzadas entre ambos? Desde mi perspectiva la respuesta es proponer un texto que se desarrolle de forma paralela a esta exposición, que habla de la experiencia de producción de la artista y que el resto este propuesto en la relación de la obra con el que la observa.
Carolina es una experimentadora consciente de su participación en el experimento. Porque el arte actual se establece como un experimento, en el cual no solo se plantea la resolución técnica de una obra, sino que se hace una reflexión teórica de la que se desprenderán a su vez distintas soluciones prácticas. La obra de arte que propone la artista debe residir en la transformación de la conciencia del espectador, para activar la realidad y su pensamiento, abriendo con ello el horizonte de la creatividad más allá del ghetto del arte. Como consecuencia Carolina no busca producir solo objetos, “obras”, sino acciones. Busca la condición del nómada (es decir ser una artista más activa) en el entorno del hombre sedentario, busca su desplazamiento continuo y la vinculación con su entorno. Como resultado de sus acciones genera un circuito comunicativo que después se convierten en signos o documentos depositarios de dichas acciones, lo que llamamos registro. Por ello no se plantean aquí, una serie de objetos, sino distintas soluciones a una acción de la vida cotidiana, caminar. Y que en esta muestra podemos observar de distintas formas. Una de ellas es el dibujo.
La artista dibuja escribiendo y escribe los dibujos. La reflexión de estos entonces no solo es en torno a la imagen, sino también al lenguaje. Escribir es también dibujar, “del lenguaje como una estructura en movimiento” en palabras de Octavio Paz sobre la obra de Marcel Duchamp. Carolina no sólo trabaja con la improvisación in situ, sino que también apunta y dibuja, decide en y desde una libreta de apuntes, desde el lenguaje verbal como dibujo y como estructura en movimiento.
Esta exposición trata de dibujos, mapas y de recorridos, trata de Carolina, su disciplina, su obsesión y su rutina. Regularmente cuando caminamos sólo pensamos en el destino, hacia donde vamos, pero ignoramos el recorrido. En esta ciudad, por ejemplo, intentamos perdernos en un libro, en la música y regularmente en el móvil, sin darnos cuenta que por lo regular caminamos diez mil pasos al día. Sobre todo si no usamos el automóvil. Algunas encuestas origen-destino realizadas por el INEGI arrojan datos en relación a los desplazamientos en la ciudad donde 20 de cada 100 viajes se realizan en automóvil. Lo que nos demuestra que esta es una ciudad que camina, que se recorre a pie y en transporte público. Pero si lo pensamos, caminar es la vocación de esta (y cualquier otra) ciudad.
Así que cuando Carolina llego del norte decidió caminar y hacer cartografías o anti mapas de sus recorridos por esta ciudad. A partir de imponerse todos los días nuevos recorridos, se ha cuestionado la rutina diaria que tenemos al salir de casa para realizar las actividades cotidianas, reflexionar sobre lo que ya no observamos y lo que desvanecemos visualmente porque ya no queremos mirarlo.
Pero ¿Qué tanto conocemos nuestra ciudad? ¿Cuántas veces rompemos la rutina y tomamos un camino distinto para llegar al mismo sitio? ¿Cuántos mitos existen en torno a los lugares que no visitamos porque son peligrosos o lejanos? Creo que las respuestas a esta pregunta son muy personales, aquí podremos observar la respuesta de Carolina a partir de su experiencia en el andar por esta ciudad. Podremos cuestionarnos incluso, si caminar o recorrer puede entonces considerarse una práctica artística. Por lo pronto me parece importante que esta reflexión no se quede encerrada en esta exposición y hoy al regresar a casa experimenten un nuevo recorrido.
Pavel Ferrer.